
El año 1914 y el fin del
tiempo de los gentiles (15)
Por JOSE YOSADIT VON GOETHE
Para los expositores bíblicos Barbour y Russell, el año de la destrucción de Jerusalén por los babilonios correspondió al 606 antes de nuestra era, posteriormente corregido al -607, como una de las bases de sus dogmas, por los Estudiantes Internacionales de la Biblia. Para los historiadores, la fecha de la destrucción de Jerusalén correspondió al año -587. ¿Cuál de las dos fechas es la históricamente correcta? Partiendo del año en que Babilonia cayó ante los medos y los persas, el -539, considerado como fecha absoluta para determinar acontecimientos históricos, y teniendo en cuenta los años de reinado de los monarcas neobabilónicos, como también los relatos bíblicos que hablan de los mismos, es posible determinar en nuestro cómputo actual el año de ascensión al trono de Nabucodonosor, al igual que el año en que el rey babilonio destruyó la ciudad de Jerusalén.
tiempo de los gentiles (15)
Por JOSE YOSADIT VON GOETHE
Para los expositores bíblicos Barbour y Russell, el año de la destrucción de Jerusalén por los babilonios correspondió al 606 antes de nuestra era, posteriormente corregido al -607, como una de las bases de sus dogmas, por los Estudiantes Internacionales de la Biblia. Para los historiadores, la fecha de la destrucción de Jerusalén correspondió al año -587. ¿Cuál de las dos fechas es la históricamente correcta? Partiendo del año en que Babilonia cayó ante los medos y los persas, el -539, considerado como fecha absoluta para determinar acontecimientos históricos, y teniendo en cuenta los años de reinado de los monarcas neobabilónicos, como también los relatos bíblicos que hablan de los mismos, es posible determinar en nuestro cómputo actual el año de ascensión al trono de Nabucodonosor, al igual que el año en que el rey babilonio destruyó la ciudad de Jerusalén.
En la Biblia, en el capítulo 25 y versículo 27 del libro segundo de los Reyes, cuyo texto es idéntico al de Jeremías, 52: 31, se lee que el rey Joaquín de Judá fue sacado de su encierro en Babilonia por orden del nuevo rey, Evilmerodac, también conocido como Awel Marduk, que acababa de subir al trono. Este primer año de Evilmerodac, hijo de Nabucodonosor, dice el relato que correspondió al año 37 del destierro de Joaquín. Para saber a qué año de nuestro calendario corresponde el 37 de la deportación de Joaquín debemos averiguar primero en qué año ascendió Evilmerodac. Como la caída de Babilonia a manos de Ciro el persa aconteció en el -539, mientras Nabonido reinaba en su año 17 (como apunta la Crónica de Nabonido), nos obligamos a retroceder en el tiempo a partir de ese año -539. Si Nabonido reinó 17 años, eso significa que su primer año fue el -555 y, el de su ascenso, el -556, ya que los reyes babilónicos contaban su primer año al siguiente de su entronización.
Por la evidencia de la lista de los reyes de Uruk, el canon real y otros muchos documentos, todos coincidentes entre sí, descubrimos que Nabonido había sucedido a Labashi-Marduk, que solo reinó dos meses en Babilonia, por lo que este rey murió en el mismo año de ser nombrado, es decir, en el -556. En este mismo año había muerto también su antecesor, Neriglisar, después de tres años y dos meses de reinado, lo que significa que ascendió al trono en el -559/560. Neriglisar había sucedido a Evilmerodac, que reinó por dos años, entre el -562 y el -560, siendo su primer año de reinado el -561. Evilmerodac a su vez había sucedido a su padre Nabucodonosor, quien reinó por 43 años, por lo tanto entre el -562 y el -605, llevando la cuenta hacia atrás. Pues bien, si el año -561, primero de Evilmerodac, correspondía según la Biblia al año 37 del destierro de Joaquín, ello nos lleva al -597 como el año en que Joaquín fue desterrado. En el mismo libro segundo de los Reyes, capítulo 24, versículos 8 a 12, leemos que Joaquín reinó solamente por tres meses en Jerusalén cuando fue capturado en el año octavo de Nabucodonosor. Si el año -597 fue el octavo de Nabucodonosor, su primer año fue el -604 y su año de ascenso el -605. La Biblia menciona que Nabucodonosor atacó Jerusalén en el año 18/19 de su reinado, que se corresponde por lo tanto con el año -587, que es la fecha con la que todos los historiadores están de acuerdo en lo que respecta a la primera destrucción de Jerusalén.
En los tiempos de Barbour y Russell los historiadores no conocían con plena seguridad la fecha del -587, pues no fue confirmada hasta décadas después, cuando se realizaron, por un lado, nuevos descubrimientos arqueológicos y se descifró gran parte de las tablillas de barro en escritura cuneiforme, y por otro, cuando se sometieron a los programas informáticos las informaciones dadas por las tablillas de los diarios astronómicos de Babilonia, que resultaron ser sorprendentemente exactas, ya que indican posiciones estelares y planetarias que no vuelven a repetirse en muchos miles de años. No habiendo en aquel tiempo, el último tercio del siglo XIX, oposición segura a las opiniones de Barbour y Russell, éstos asimilaron los cálculos de otros estudiosos y expusieron con total libertad que los 2.520 años que estimaban que duraba el tiempo de los gentiles se extendían desde el -606 (supuesto año de la destrucción de Jerusalén) hasta el 1914, aunque erraron en un año, ya que entre esas fechas transcurrían 2.519 años, por lo que estudiantes posteriores hubieron de corregir el cómputo adelantando al -607 la hipotética fecha de la destrucción de Jerusalén).
En la actualidad, establecido por muy diversos e incuestionables medios (listas de los reyes, diarios astronómicos, inscripciones reales…), incluso por la propia Biblia, que aquella destrucción acaeció en el -587 y no en el -606 ó en el -607, la fecha de 1914 dada en el siglo XIX por expositores como Elliot, Seeley, Barbour y Russell para la conclusión del tiempo de los gentiles cae también por su propio peso y, con ella, cualquier dogma levantado sobre sus débiles cimientos.
*